En los últimos días se ha hablado mucho sobre las variaciones de tensión registradas en la red eléctrica española. Red Eléctrica de España (REE) ha aclarado que, pese a estos movimientos, no ha existido riesgo real de suministro. Paralelamente, un estudio del Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas apunta que el país podría ahorrar hasta 600 millones de euros al año si aplicara un sistema más eficiente de servicios de ajuste.
En este artículo analizamos ambos temas desde una visión práctica: cómo se mantiene estable el sistema eléctrico, qué fallos podrían evitarse con una gestión más eficiente y qué impacto tendría esto en el ahorro de luz y gas para hogares, pymes y comunidades de vecinos.
1. ¿Qué son las variaciones de tensión y por qué no suponen riesgo?
Las variaciones de tensión son fluctuaciones momentáneas del voltaje que pueden deberse a desequilibrios entre la generación y el consumo de electricidad. No siempre implican un problema; el sistema eléctrico está diseñado para absorberlas mediante distintos mecanismos de regulación.
Según ha explicado REE, las oscilaciones recientes se han mantenido dentro de los márgenes permitidos por la normativa europea. Estos márgenes garantizan que los equipos eléctricos domésticos e industriales funcionen con normalidad, incluso ante pequeñas desviaciones.
Además, la compañía ha propuesto nuevos protocolos de operación para mejorar la respuesta de la red, especialmente en un contexto donde las energías renovables —más variables por naturaleza— tienen un peso cada vez mayor. Con ello se pretende minimizar las dinámicas que provocan esas variaciones y reforzar la seguridad del suministro eléctrico.
2. Cómo funcionan los servicios de ajuste del sistema eléctrico
Cada segundo, la red española debe mantener equilibrados los dos extremos del sistema: la energía generada y la energía consumida. Cualquier diferencia se corrige a través de los llamados servicios de ajuste, un conjunto de mecanismos que compensan desvíos, gestionan reservas y estabilizan la frecuencia.
Sin embargo, el estudio del IIT señala que el sistema actual resulta ineficiente y costoso.
Los servicios de ajuste en España suponen un gasto cercano a 2.668 millones de euros anuales, y gran parte de ese coste se reparte de manera socializada, es decir, sin vincularlo directamente al comportamiento de los agentes que lo generan.
Según los investigadores, esta falta de eficiencia provoca volatilidad en los precios de la electricidad, afecta a la competitividad de la industria y repercute en el bolsillo de los consumidores.
3. Un sistema más eficiente podría ahorrar 600 millones al año
El informe plantea una reforma profunda del modelo de servicios de ajuste para hacerlo más transparente, competitivo y alineado con la realidad técnica de la red. Las principales propuestas son:
- Asignar costes de forma proporcional al grado de responsabilidad de cada agente (productores, distribuidores y consumidores).
- Establecer un cargo volumétrico fijo que sustituya los pagos variables actuales, aportando previsibilidad al sistema.
- Introducir mecanismos de compensación para la industria electrointensiva, evitando deslocalizaciones y pérdida de empleo.
- Crear incentivos para la eficiencia, premiando a quienes contribuyan a la estabilidad del sistema mediante gestión de la demanda o autoconsumo.
Con estas medidas, el coste total se reduciría de 2.668 a 2.059 millones de euros anuales, lo que se traduciría en un ahorro potencial de 600 millones de euros cada año. Además de la reducción económica, la red sería más estable y sostenible.
4. La conexión entre estabilidad y eficiencia: dos caras de la misma moneda
Las variaciones de tensión y los servicios de ajuste no son temas aislados. Ambos están directamente relacionados con la eficiencia del sistema eléctrico.
Una red estable necesita menos intervenciones correctoras, y si esas intervenciones son más baratas y precisas, todo el sistema se vuelve más competitivo.
En resumen:
- Menos oscilaciones → menos necesidad de ajustes → menor coste operativo.
- Servicios de ajuste más eficientes → red más estable → ahorro para el consumidor final.
Por eso, la modernización técnica de la red y la optimización regulatoria son estrategias complementarias que deben avanzar en paralelo.
5. Qué pueden hacer los consumidores y las empresas
Aunque la reforma regulatoria depende del Gobierno y de Red Eléctrica, los consumidores también pueden actuar para mejorar la eficiencia global. En AhorraentuLuz, como asesoría energética, recomendamos medidas concretas adaptadas a cada perfil.
Hogares y comunidades de vecinos
- Instalar sistemas de protección contra sobretensiones.
- Contratar un asesoramiento energético para el hogar que evalúe la potencia contratada y las tarifas de luz y gas.
- Fomentar el autoconsumo compartido para reducir la dependencia de la red y estabilizar el consumo.
PYMEs y negocios
- Apostar por contratos indexados inteligentes, ajustados al perfil de consumo real.
- Implantar tecnologías de monitorización energética que permitan detectar ineficiencias y anticipar sobrecostes.
- Buscar asesoramiento energético para pymes especializado en ahorro y optimización tarifaria.
Industria
- Participar en programas de gestión de la demanda para ofrecer flexibilidad al sistema y obtener compensaciones económicas.
- Revisar los perfiles horarios de consumo para adaptarse mejor a la disponibilidad de energías renovables.
- Contar con un asesoramiento energético industrial que acompañe en la transición hacia una gestión más eficiente.
6. Recomendaciones clave para el futuro energético de España
- Reforma del sistema de servicios de ajuste, integrando los criterios del IIT y promoviendo la transparencia en la asignación de costes.
- Modernización de la red eléctrica con tecnologías de control avanzadas y algoritmos predictivos para minimizar variaciones de tensión.
- Inversión en almacenamiento energético y flexibilidad, pilares fundamentales para integrar más renovables sin comprometer la estabilidad.
- Educación y asesoramiento energético continuo, tanto en hogares como en empresas, para impulsar hábitos de consumo más eficientes.
- Colaboración público-privada entre administraciones, empresas eléctricas y asesores energéticos, que facilite una transición ordenada y rentable.
Conclusión
España cuenta con una red eléctrica sólida, pero necesita evolucionar hacia un modelo más inteligente, eficiente y justo. Evitar riesgos de suministro y optimizar los servicios de ajuste no solo es una cuestión técnica, sino también económica y social.
En AhorraentuLuz, trabajamos precisamente en ese punto de conexión entre tecnología y ahorro. Nuestro equipo de asesores energéticos en toda España ayuda a hogares, pymes, comunidades e industrias a identificar oportunidades de ahorro de luz y gas, mejorar su eficiencia y prepararse para el futuro energético que viene.