La Unión Europea ha anunciado una nueva normativa que tendrá un impacto significativo en el sector de la construcción. A partir de 2029, todos los edificios gubernamentales nuevos deberán ser libres de emisiones. Además, a partir de 2030, esta norma se aplicará también a los edificios y viviendas de nueva construcción.
Hacia la neutralidad energética: Objetivos claros para 2050
El objetivo principal establecido en los planes climáticos de la Unión Europea es lograr que todos los edificios sean energéticamente neutros para el año 2050, es decir, que utilicen fuentes de energía libres de carbono. Sin embargo, se han establecido dos hitos intermedios. En 2033, el consumo medio de todas las viviendas de un estado miembro deberá cumplir con la etiqueta energética D. Posteriormente, en 2040, se realizará una evaluación para determinar si el objetivo de 2050 está al alcance.
Renovación y estándares energéticos: Desafíos y oportunidades
En relación a los edificios ya construidos, existen etiquetas energéticas informativas. Sin embargo, los estados miembros de la Unión Europea han establecido el año 2030 como fecha límite para que el 15% de los edificios comerciales con peor calificación energética sean renovados.
En cuanto a las normas energéticas, ha habido cierta discrepancia. Mientras la Comisión Europea propuso vincular las normas al sistema de etiquetas energéticas existente, los estados miembros han optado por establecer estándares nacionales. Esta diversidad plantea desafíos en la aplicación de la normativa.
Espacios de estacionamiento: Fomentando la movilidad sostenible
Las directrices no solo afectan a oficinas y edificios residenciales, sino que también introducen requisitos para los espacios de estacionamiento. Por ejemplo, las oficinas con más de 20 plazas de aparcamiento deberán equipar, en un plazo de cinco años, el 10% de las plazas para la carga de coches eléctricos.
En relación a las bicicletas, se busca impulsar el transporte sostenible. Se exigirá que al menos el 15% de la superficie del área de estacionamiento en edificios de oficinas se destine al almacenamiento de bicicletas.
En el caso de los edificios de viviendas, tanto nuevos como ya construidos o en proceso de rehabilitación, se requerirá un mínimo de dos espacios para bicicletas por vivienda. Además, si el complejo residencial cuenta con más de tres plazas de aparcamiento, al menos la mitad de ellas deberán contar con una estación de carga. Los espacios restantes deberán estar preparados para la instalación fácil de futuras estaciones de carga.