Desde AhorraentuLuz queremos hablaros en el post de hoy de las ventajas y aspectos a tener en cuenta sobre los emisores térmicos de bajo consumo de cara a su utilización durante los meses de más frío.
En plena ola de consumo eléctrico y con los precios más elevados de los últimos años, los emisores térmicos pueden ser una opción eficaz para calentar una vivienda.
Se trata de una de las opciones más eficientes energéticamente hablando que podemos encontrar en el mercado. Hablemos de ellos, de sus ventajas.
- Son fáciles de instalar. Tan solo se tiene que colocar con unos soportes a la pared, enchufarlos a la red eléctrica, configurar la temperatura deseada y encenderlo. Los emisores térmicos regulan de forma automática la temperatura hasta alcanzar la temperatura deseada.
- El coste de mantenimiento es bajo. Es difícil que tengan una avería al no disponer de parte móviles que se puedan romper. Tampoco exigen una limpieza periódica, ya que es suficiente con qué pases un paño seco al inicio de la temporada de invierno.
- Eficientes. Normalmente, los emisores eléctricos disponen de un programador para ajustar las horas de encendido. Esto nos permite adaptarlo a nuestras necesidades y que este solo funcione cuando realmente lo necesitemos. Es decir, consumimos energía solo cuando lo necesitamos. Al controlar las horas de encendido podemos mantener la casa a buena temperatura, incluso por estancias. El termostato detecta la temperatura de la estancia y cuando se alcanza la temperatura deseada el sistema de calefacción deja de consumir energía. Por último, es importante saber que los emisores siguen irradiando calor durante algunas horas después de apagarlos.
- Los emisores térmicos no generan emisiones nocivas.
- No se reseca el ambiente. Los emisores térmicos de conducción o radiación, generan un calor homogéneo que cubre todo el espacio, sin crear zonas diferenciadas de aire frío y caliente.
- Control digital y Wi-Fi. Puedes programarlo para que se encienda y se apague a las horas que interesa, así como controlar el termostato para indicar la temperatura deseada. Con sistemas de domótica podrías tener en cuenta si las ventanas están abiertas para desconectar los radiadores, o con detectores de presencia se podría dar instrucciones diferentes si hay alguien o no en la habitación.
¿Y QUÉ EMISOR TÉRMICO ELIJO?
En el mercado existen muchos tipos de emisores térmicos de bajo consumo. Entrar en las características de cada uno de ellos podría hacer muy largo este artículo, por lo que a continuación, te mostramos algunas cosas a tener en cuenta a la hora de decidirse por uno o por otro:
Espacio: el tamaño importa. Suelen necesitarse entre 80 y 100 watios por cada metro cuadrado que tenga el espacio que quieras calentar. Si lo quiere para una habitación que tenga sobre 10 metros cuadrados, necesitarás uno entre 800 y 1.000 watios de potencia.
Para habitaciones más grandes, puede que sea necesario instalar dos emisores para alcanzar la potencia total necesaria, ayudando a que el calor se reparta mejor por todo el espacio.
Tiempo de uso. Si vas a utilizar los emisores térmicos pocas horas al día, es recomendable utilizar emisores térmicos secos. Esto permiten calentar en poco tiempo. Por el contrario, si lo vas utilizar entre 5 y 8 horas diarias, los emisores de fluidos son más eficientes. Si en tu caso superas las 8 horas, la mejor opción es un emisor cerámico. Aunque tarda más en calentarse, tiene una mayor inercia térmica y se optimiza mejor la energía que consume.
Temperatura deseada. Es recomendable establecer una temperatura ambiente entre 19ºC y 21ºC para mantener el equilibrio entre confort y consumo.