En el artículo hoy, desde AhorraentuLuz queremos hablaros del autoconsumo a través de placas solares. Unas placas que, a pesar de que hay menos luz, también funcionan en invierno, no dejándote sin electricidad.
Un sistema fotovoltaico es capaz de generar energía a lo largo de todo el año. La disminución de las horas de luz, reducen la radiación solar y por tanto, el rendimiento se reduce al 20% de la capacidad normal. No obstante, la energía que reciben las placas es igualmente útil, y lo más importante, más que suficiente para que la instalación pueda funcionar a pleno rendimiento, como en cualquier otra época del año.
Los fabricantes de instalaciones fotovoltaicas calculan la energía que va a producir basándose en la temperatura estándar de 25 ºC. Esto es así porque a más grados, el rendimiento disminuye, sobretodo si supera los 35 ºC.
La realidad es que en épocas de altas temperaturas, los paneles solares dejan de producir aproximadamente el 20% de la energía fotovoltaica que producirían en ambiente de 25 ºC. Por tanto, hay que diferencia entre el aspecto térmico y el lumínico.
Esto es algo que sorprende a la gente porque se espera que, a más calor, también haya más productividad. La realidad es que en épocas de altas temperaturas, cercanas a los 40 ºC, los paneles solares dejan de producir aproximadamente el 20 % de la energía fotovoltaica que producirían en ambientes de 25 ºC. Cuando las temperaturas bajan hasta los 5ºC, la pérdida de absorción solo se reduce un 5% y el rendimiento apenas baja.
¿Cómo es el mantenimiento de una instalación fotovoltaica en inverno?
El calendario no genera más o menos dificultades en términos de mantenimiento. Como mucho, durante el invierno se puede acumular más suciedad o polvo sobre las placas.
La nieve tampoco debe suponer un problema, ya que estos han sido diseñados para hacer frente a las inclemencias metereológicas. Su inclinación y la superficie de vidrio resbaladizo hacen que la nieve no se quede mucho tiempo adherida.
Qué beneficios tienen las placas solares... durante todo el año
No exige un gran mantenimiento. La única clave es la revisión anual de las placas para prevenir cualquier avería.
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