El 'tope de gas' es una medida que ha aplicado el Gobierno (RDL 10/2022), de manera temporal, que consiste en poner un 'tope' o 'limite' al precio máximo del gas utilizado en las centrales de generación eléctrica con el objetivo de que así se pueda abaratar el precio de la luz. Se trata de una medida que entró en vigor el 26 de abril, aunque ha empezado a aplicarse desde el 15 de junio, estando en vigor hasta el 31 de mayo de 2023.
Actualmente los precios en el mercado energéticos se establecen en base al acuerdo entre las asociaciones de consumidores y productores, quienes supervisados por la OMIE, pactan el precio del mercado horario. Las siglas de OMIE se corresponden con el concepto de Operador del Mercado Ibérico de Energía. En pocas palabras, es la organización que gestiona todos los mercados eléctricos existentes, tanto de España como de Portugal. Su misión principal es poner de acuerdo a todos los agentes que participan en el mercado eléctrico con el fin de hacer llegar la energía al consumidor final, es decir, a la mayoría de viviendas, negocios, etc.
El precio estará marcado por la tecnología más cara que haya entrado en cada hora. Es decir, si por ejemplo la energía solar, nuclear o cualquer otra entra a 0 €/MWh pero el ciclo combinado entra a 200 €/MWh, todas las energías se pagarána a 200 €/MWh.
La situación política y económica internacional generada por las guerras entre Rusia y Ucrania, y entre Marruecos y Argelia, así como el cumplimiento del Protocolo de Kioto o la guerra de Europa a los hidrocarburos procedentes de Rusia, China o EEUU, provocaron que el mercado gasista estuviera distorsionado y alcista, obligando a que la OMIE estableciera un precio abusivo por la entrada de la tecnología más cara - la que siempre utilizaba un hidrocarburo (ciclo combinado, cogeneración, carbón/térmica...).
Para solucionar esta manipulación del mercado, el gobierno impuso una nueva normativa en la que se establecía que las tecnologías con utilización de gas salieran de la ecuación y así reducir el precio OMIE.
El objetivo es reducir el precio de la factura de la luz para los clientes. Sin embargo, al poner este límite en el precio del gas, la medida también obliga a realizar una compensación a las centrales generadoras de electricidad que utilizan gas, por la diferencia entre el precio real dle gas y el precio 'tope, y en la normativa se ha establecido que esta compensación se repercuta a los clientes. Esta compensación, se va a financiar a través de un nuevo concepto en factura que las comercializadores han empezado a aplicar a partir del 15 d ejunio a todos los clientes que se benefician de esta medida.
Se ha visto una importante bajada en los precios de OMIE. Pero, por otro lado, la "subvención" al gas se debe abonar a las tecnologías que utilicen gas, y, para ello, se ha sacado una fórmula, donde, dependiendo del precio real del gas, la incentivación dependiendo del mes, y el % de utilización del gas en la generación de energía, se pagará un mecanismo de ajuste extra al precio de mercado. Este precio, será publicado en el BOE y será aplicado directamente en la factura del consumidor.
Como suposición, y sin que se tome como algo seguro, estos primeros meses, por la poca aplicación del coste del gas (40€/MWh), y la gran cantidad demandada de gas para producción eléctrica (50%), debido a que no está entrando la hidráulica ni la eólica, el mecanismo de ajuste está sobre los 100 €/MWh, pero, a medida que se vaya atenuando estos temas, el coste del mecanismo de ajuste irá menguando hasta los 20-40 €/MWh.
Esto se aplicará durante 1 año (hasta 31 de mayo de 2023) y para todos los clientes que no tuvieran una cobertura con energía comprometida antes del 26 de abril de 2022 y debidamente justificada, es decir, muy pocos.